Allá fue la lepra, convencido de que se podía puso su libreto en cancha y empezó a hacer lo que mejor sabe, su estilo de juego. Con el sello del Tata bien marcado, Newell's priorizó el dominio de la pelota y fue llevando a puro fútbol sus opciones sobre el arco del local.
Un conjunto de Olimpo, que salvo sus dirigentes, toda su gente entiende que está descendido, se propuso jugar con mayores libertades. Así es que supo complicar a la lepra apenas comenzado el encuentro. Un exceso de confianza de Juan Domínguez, derivó en la pérdida de la posesión, y balón para el visitante, que desde los pies de Andrés Franzoia buscó marcar pero Peratta respondió perfecto. En el rebote, Lucas Laso, con una buena maniobra dentro del área se sacó la marca y con un fuerte disparo, anotó el primero para el local.
Pareciera como que a este Newell's habría que darle el primer cachetazo para que reaccione y ponga en cancha su mejor faceta, deje de lado simples equivocaciones para representar su perfil predilecto. Y así lo hizo, sin ser mucho más que el rival, pero con un acertado control de pelota que hace que Newell's mantenga siempre los hilos del partido lo cual desembocó en el empate de la lepra a unos minutos de estar en desventaja.
Una rápida salida de Sebastián Peratta, con un largo pelotazo, aterrizó en el punto más débil de Olimpo: su dupla de zagueros. Allí se ubicó Maximiliano Urruti que se puso el traje de asistidor y en una maniobra aguantó la doble marca, le cedió en soledad la pelota a Víctor Figueroa, que con un remate de zurda marcó la igualdad más que merecida a esa altura en el partido.
La lepra lo siguió buscando, siempre bajo la lectura del mismo guión. Con su cerebro puesto en los pies de Lucas Bernardi intentó descubrir las mejores ofertas que el resto de las casacas leprosas le ofrecían. De todos modos no pudo marcar la desigualdad en el tanteador. Tuvo opciones, como el remate de afuera, violento, de Pablo Pérez que fue desviada por el arquero de los bahienses. Lo mismo con los intentos tanto por derecha de Sperdutti, como por izquierda de Domínguez, buscando la figura de Urruti.
El complemento no empezó de la mejor manera para los rojinegros, porque fue justamente el equipo del Tata Martino el que cedió la pelota y no se puso el traje de protagonista principal en el encuentro. De todas formas mantuvo con firmeza la ansiedad por llegar al arco rival, pero con ideas poco claras y hasta un tanto deslucidas.
El partido se puso un poco monótono y quién mejor para darse cuenta que hacía falta un cambio que el DT rojinegro. Sin dudarlo se mandó una de las suyas, lo sacó a Urruti que a esa altura luchaba más físicamente con los defensores, que lo que aportaba para jugar de forma colectiva, y puso en cancha al indescifrable Víctor Aquino.
Fue la variante justa que le cambió la cara a Newell's. Entró y cumplió un papel fundamental en el ataque leproso, la aguantó, se asoció, saltó a cabecear y hasta asistió. Pero eso viene más adelante...
La lepra a pesar de jugar mejor que el rival, igual tuvo momentos donde pudo sufrir, por fallar muchas veces en la vuelta. Muchos al ataque y las contras agarran mal parada a la defensa leprosa. De todos modos allí también hubo estandartes. Porque Hernán Pellerano se convirtió en una muralla y quitó todo lo que se le propuso. Y además porque Sebastián Peratta estuvo muy firme. Tapó un mano a mano clave y terminó de convencer a la lepra que ese partido debía ganarlo.
Así fue, pasada un poco más de la mitad del complemento, llegó el grito mayor para el pueblo rojinegro. Luego de recibir un pase de Bernardi, el paraguayo Aquino dominó, aguantó la presión del defensor, y con un giro en movimiento, soltó un pase exquisito para dejar mano a mano a Pablo Pérez frente al aquero Ibañez. El fantástico que tuvo intermitencias en el partido, sacó a relucir su apodo, con una gambeta dejó de lado la figura del portero y con derechazo seco, marcó el gol de la victoria leprosa.
El resto fue esperar que concluya el partido. La lepra no lo sufrió a esos más de 15 minutos que le restaban al encuentro. Es más pudo haber estirado la ventaja con el ingreso de Martín Tonso que tuvo un mano a mano y no pudo definir, fue justamente el arquero del local quién le ganó el duelo y le prohibió el tercero para Newell's.
Un triunfo que llama a la ilusión, porque se concretó lo que la lepra se proponía, porque una vez más el conjunto de Martino realizó y jugó un muy buen partido, sin errores y profundizando aún más sus virtudes. Un triunfo que lo deja momentáneamente en la punta del torneo y que confirma que el trabajo realizado por el Tata es una realidad. Este equipo ha aprendido una forma de juego que se adapta a su habilidades y que cada día lo hace un poco mejor. Este equipo aprendió a valorizar su propio esfuerzo, por eso hoy ganó, se lleva tres puntos de oro a Rosario y se permite seguir soñando un poco más.
LOS GOLES DEL PARTIDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario