(Por Maximiliano Quintana) El Canalla venció hoy a la tarde 2 a 0 a Gimnasia de Jujuy. Los goles fueron obra de Jesús Méndez, tras una jugada con muchos rebotes, y de Santiago Biglieri, tras una buena acción de Federico Carrizo. Ambos tantos fueron conseguidos en la segunda mitad.
Con este triunfo, Rosario Central continúa muy cerca de los puestos de ascenso directo, mientras que el equipo del norte del país llegó a 15 partidos sin conocer la victoria. El encuentro fue dirigido por Ariel Montero, quien tuvo un discreto trabajo.
El conjunto dirigido por Juan Antonio Pizzi tenía que ganar y ganó. Por todo lo que se había hablado en la semana. Porque se venía de una dura derrota en Córdoba. Por la gran cantidad de modificaciones que había decidido hacer el entrenador en el equipo titular. Porque justamente el rival de turno era uno de los peores de la temporada. Porque los otros animadores del torneo, Instituto, River y Quilmes, no habían podido sumar de a tres en esta fecha. Y porque Gimnasia de La Plata había ganado su partido y se acercaba a los puestos de promoción. No había que dejar pasar esta chance. Y los de Arroyito no la desperdiciaron. Les costó, pero lo más valioso eran los tres puntos y quedaron en El Gigante.
En la previa se esperaba un Central con muchas ganas y actitud. Tratando de manejar el duelo y con la intención de llegar al gol rápidamente, para evitar posibles imprevistos. Los de Pizzi debían saber manejar la ansiedad propia y de la gente de ganar rápido el partido. Tenía que tener paciencia y pensar el encuentro. Algo sumamente complicado, porque había que ganar como sea y, encima de todo, su mejor jugador y estandarte Matías Lequi no podía ser de la partida por lesión.
Y eso es justamente lo que se vió. El único que siempre propuso fue Central. Gimnasia sólo vino a Rosario a defenderse y a tratar de llevarse cuanto menos un punto.
En la primera parte, el conjunto de Pizzi manejó la pelota y tuvo varias chances de abrir el marcador. Pero por la buena tarea del arquero visitante Maximiliano Cavallotti y la mala puntería de sus jugadores el partido seguía sin goles. Los minutos pasaban y Central no conseguía doblegar al Lobo jujeño, quien sólo apostaba a un milagroso cabezazo de su delantero Alejandro Delorte. Pero el lungo goleador casi que pasó desapercibido porque jugó muy aislado de sus compañeros.
El Canalla era muy superior a la visita, tenía las mejores situaciones de gol, pero siempre erraba en el último pase, razón por la cuál el resultado seguía empatado al término de los primeros 45 minutos.
En el complemento la historia siguió siendo la misma. Central atacaba y manejaba los hilos del partido. Pero chocaba con la férrea línea defensiva de los dirigidos por José Luís Calderon. A esa altura, el arquero de la visita ya era figura. Tras esto, y al ver que el gol no llegaba, Pizzi movió las fichas y empezó a apostar a lo que tenía en el banco de suplentes. A los 17, Carrizo reemplazó a Toledo, en lo que fue un cambio trascendental para el desarrollo del encuentro. El Pachi le dió más velocidad por las bandas al local y, de ésta manera, llegaron las mejores chances.
A los 23, y tras un buen tiro de esquina del propio Carrizo, nadie pudo terminar de empujar la pelota al gol, y entre el arquero y varios defensores visitantes, la sacaron en la línea.
Finalmente, a los 29 llegó la apertura del marcador. Castillejos cabeceó a quemarropa pero Cavallotti tuvo una reacción fenomenal y evitó el gol. El rebote le quedó nuevamente al goleador "canalla", quién sacó un derechazo potente, pero el arquero visitante, desde el piso, le ahogó el grito una vez más. El balón fue hacia la zona del punto del penal, donde estaba Méndez, que no dudó y de derecha envió la pelota a la red.
Con la apertura del marcador, el conjunto jujeño estuvo obligado a salir en busca del empate. Y fue ahí cuando los de Arroyito consiguieron más espacios para liquidar el partido. Algo que sucedió a los 34 minutos. Peppino, con un largo pelotazo, habilitó a Carrizo, quien desbordó y tiró el centro al corazón del área. Cavallotti alcanzó a desviar el remate, pero no lo suficiente, ya que la pelota le cayó en los pies a Biglieri, que sólo tuvo que empujarla al gol.
Si el partido estaba definido con el primer tanto, el segundo gol "canalla" dilapidó cualquier tipo de esperanza de empate por parte de la visita. Luego pudo llegar el tercero, pero Central no acertó al arco. Queda para la anécdota el ingreso en los últimos minutos del lesionado Matías Lequi, quien ya descartado para jugar la próxima fecha, se hizo cargo de un tiro libre, y de tanto amagar con hacerlo el árbitro Montero la mostró la tarjeta amarilla.
Fue la quinta del "flaco", que igualmente se iba a perder el partido del domingo a las 16 contra Guillermo Brown de Puerto Madryn en el sur del país.
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