(Por Pablo Altamiranda) Falta cada vez menos para la gran final de la Liga más importante de clubes al nivel europeo. La ida de cuartos de final de la UEFA Champions League dejó dos series prácticamente definidas, una con tendencia marcada pero con chances de revertirse y otra con pronóstico abierto.
Esta última es justamente la que enfrenta a dos de los equipos históricos de las competencias continentales, AC Milan y Barcelona, y en la que las definiciones vendrán recién en los últimos 90 minutos. El encuentro culminó 0-0 con un Barcelona muy ofensivo como lo es habitual y un Milan cerrando todos los espacios para que la ofensiva visitante no pueda penetrar. En definitiva, fue un partido monótono, muy táctico, en el que el Milan logró su objetivo: no sólo no le anotaron sino que además frustró una y otra vez al Barcelona. Habrá que ver en la vuelta si los de Guardiola le encuentran, justamente, la vuelta al cerrojo sin quedar demasiado expuestos.
No nos olvidemos de que en la fase de grupos ya se enfrentaron dos veces, y si bien el Barcelona le marcó cinco goles al Milan, también recibió cuatro (2-2 en el Camp Nou y 3-2 en el San Siro). La semana que viene tendremos la respuesta.
El rival de Barcelona o AC Milan saldrá de un cruce que, al menos en la ida, se exaltó para el que, en lo que se vio del juego, hizo menos de los dos. Chelsea se llevó un 1-0 de su visita al Portugal, pero no hizo más méritos que el Benfica de Pablo Aimar y Nicolás Gaitán, quien tuvieron una excelente participación. Los portugueses tuvieron control del partido desde lo táctico y hasta crearon más situaciones de gol, pero se quedaron con las manos vacías.
Por el otro lado de la llave las cosas están mucho más claras. Bayern Munich y Real Madrid tienen prácticamente asegurada la clasificación, y sólo una catástrofe evitará que choquen entre sí.
Bayern recuperó el buen momento que habia perdido en el campeonato alemán y se aprovechó de un Marsella que anda mal en su liga y que ya venía a los tumbos en la Champions. El partido finalizó 2-0 para los de Munich con goles de Mario Gomez y Arjen Robben.
Del lado del Real Madrid, las cosas estaban claras desde el minuto uno, si bien le llevó más de una hora abrir el marcador ante un Apoel que hizo todo lo que pudo por no ser humillado. Además del 3-0 a favor, con dos goles del francés Karim Benzema y el brasileño Ricardo Kaká , Mourinho también se lleva la imagen de un Kaká cada vez más recuperado: quizás el volante no pueda rendir a full los 90 minutos, pero estuvo presente en los tres goles y sigue mostrando toda su clase.
En la vuelta, el Madrid podrá cambiar y probar, para darle descanso a algunos de sus hombres e incluso no arriesgar lesiones o expulsiones, ya que a mediados de Abril tiene una semana crucial en la que tendrá ida de semis, derbi con el Barcelona y vuelta de semis.
Pero eso sería anticiparse demasiado. Esperemos a la semana que viene para ver cómo continúa esta historia.
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