domingo, 25 de marzo de 2012

Chau Invicto



(Por Juan Pablo Falletti) Argentino de Rosario cayó ayer ante Muñiz por 1 a 0 en condición de visitante y se despidió del invicto que presumía desde que es dirigido por Sergio Bocha Barbieri. Con la derrota el Sala quedó muy lejos de la pelea por ingresar al Reducido, y la utopía que se había cimentado con un par de buenos rendimientos se hizo trizas ante la realidad, que tiene a los de Sorrento lejos de la pelea y exhibiendo un muy mal funcionamiento como equipo.


La parada no era del todo complicada para Argentino, por lo menos en los papeles. El equipo local venía de un par de flojas actuaciones, y tanto el plantel como los jugadores consideraban que era una buena oportunidad para sumar de a tres y para meterle presión a Juventud Unida, último club que en este momento está ingresando al octogonal que otorga la chance de jugar la promoción ante un equipo de la Primera C. Pero de movida el partido se presentó adverso. Durante la primera mitad el Sala nunca tuvo volumen de juego, y chocó siempre con la defensa del conjunto de San Miguel, liderada por el zaguero Germán Tocino, quien se encargó de desbaratar la mayoría de los intentos de ataque del visitante. Además en el fondo comenzaron a aparecer grietas (especialmente en la zaga central) que el local no capitalizaba por la falta de claridad de sus atacantes. Entre la mediocridad de Muñiz y la tibieza de Argentino, se fue extinguiendo el primer tiempo.

El trámite fue igual a comienzos de la segunda mitad. Pero a los 6 minutos ocurrió lo impensado. En uno de los esporádicos intentos del visitante el punta García aprovechó la pasividad de la defensa salaita y decretó la apertura del marcador, en un cotejo que no daba para salir del cero.

A partir de la conquista cambió la dinámica del partido. El local se hizo fuerte en todas sus líneas gracias a la confianza que le otorgó el gol, mientras que Argentino fue preso de su nerviosismo y careció de juego y de respuesta anímica para igualar las acciones. Así se fue consumiendo el reloj hasta que el árbitro Luciano Esker decretó la finalización del partido. 

La excursión a San Miguel no solamente dejó como saldo la pérdida del invicto del entrenador Barbieri al mando del primer equipo, sino que también fue un duro mazazo a las aspiraciones que tenía el plantel de pelear un lugar en el Reducido. La suerte de Argentino está prácticamente sentenciada, ya que quedó a seis unidades de Juventud Unida, con un partido menos. Parece que el Sala deberá padecer otra temporada en el último escalón del fútbol argentino, y justo en el año de su centenario. Sólo un milagro puede volver a meter en la pelea a Barbieri y los suyos.

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